martes, 31 de diciembre de 2024

y entonces..., se va terminando el 2024

 

Hace poco me compré unas acuarelas nuevas, lo había pensado desde antes, eran costosas, pero quería darme ese gusto. Tal vez por eso- lo costoso de la compra- me regalaron un pequeño block de hojas blancas para dibujar. 
Me encantó el regalo, hace pocos días que lo empecé a llenar de dibujos nuevos. En la portada de ese block un dibujito menciona los sueños y sugiere realizarlos. Muy bien, me digo, es buen consejo, hay que proseguir en la lucha. Este año 2024, siento que si luché fuertemente por mis sueños y que alcancé lo de mi exposición individual de arte y eso es bueno.   
Y luego me pongo a pensar en todo lo que significó este 2024... Es inevitable pensar en todo lo que ha cambiado el mundo, en todo lo que ha cambiado la vida con la irrupción del internet y las nuevas tecnologías. Vivimos mitad en la realidad, mitad en el ciberespacio, es raro pero es lo que es. Pensar en el año, es pensar desde enero hasta diciembre. Dividirlo por segmentos: de enero a marzo, de marzo a julio, de agosto a diciembre. Pero en el 2024, mi amor por el arte, me llevó a luchar para sacar adelante la exposición que ya tenía preparada- y desde marzo logré conseguir un espacio para octubre que luego se adelantó para agosto. Eso fue un gran logro y algo muy especial para mí. 
Ahora quiero publicar una revista o pequeño book de mis secuencias visuales. Y espero hacerlo, no se si alcanzará el dinero o tendré que buscar auspicio pero espero lucharlo fuertemente todo el 2025. 
En estos tiempos, en que las cosas vuelan, ya casi no hay tiempo para la reflexión o los diarios personales, todo lo que uno se plantea parece que ya tiene que cristalizarse, materializarse o convertirse en realidad, pues el tiempo ya no alcanza. 

Una vista al pasado, fragmentos de memoria de otros años, o historias inconclusas...

En esta sección quiero recordar momentos fragmentados de mi pasado, imágenes de instantes vividos: recuerdo por ejemplo que había fallecido el acuarelista Luis Palao y me puse a ver muchos videos de este artista arequipeño desde mi celular. Mientras lo hacía iba en un micro hacia Miraflores, luego bajé del micro y seguía viendo videos sobre Palao, sus curiosas reflexiones y enseñanzas. Tal vez eran tiempos en los que seguía buscando una galería de arte donde exponer mi producción de la individual sobre el universo y todos los caminos parecían truncos. Recuerdo que tomé una foto de la avenida Larco con esa sensación de derrota y de estar llegando tarde a todo. Muy bueno todo ese escenario. Lima, a veces, nos da la sensación que nos da la espalda y ya. 
Otros recuerdos: Yvis.
Ella era una alumna de SISE, hace poco falleció por complicaciones de una mala praxis médica en otro país, República Dominicana- la isla de los mosquitos- según su propio lenguaje. Le habían operado mal de la vesícula, y eso fue un calvario para ella hasta que vino la pandemia y las cosas se pusieron más difíciles. Ella era una persona de talento especial, miraba con ojos de asombro y escribía sus pequeñas historias y cuentos en un blog parecido a este que se llamaba "Ella tampoco soy yo". La redescubrí cuando ella ya vivía en República Dominicana y me contó que tenía ese blog. La leí con entusiasmo.  De ahí nos hicimos verdaderamente amigos, y cuando vino a Lima para casarse con su pareja dominicana, fui a recibirla al aeropuerto Jorge Chávez, junto a Tania, su eterna amiga del instituto. Nunca pensé que ese tiempo se volviera tan corto, la vida tiene esos recovecos tan extraños. Ella me acompañó a mi individual anterior de arte en el año 2014, pero no me pudo acompañar en este 2024 pues falleció en el 2022... 
Recuerdos de años nuevos anteriores: hace mucho tiempo que recibo el año nuevo en Barranco, me parece natural hacerlo y todo bien con eso. Las primeras veces en el tono de la calle encontraba a muchos conocidos y gente amiga, eso cada vez se hace mas escaso. Ya el tiempo hizo su trabajo y la gente de mi generación casi no sale a celebrar los años nuevos o se queda en alguna casa particular para hacerlo con discreción. Se celebra más en las redes sociales que en las fiestas presenciales de fin de año, o algo así es lo que pareciera suceder, en fin, es cosa de cada quien y es su derecho. 
Se viene el verano del 2025 y se viene el recuerdo de otros veranos anteriores con talleres de niños, tanto del MALI como de otras instituciones en las que he trabajado y colaborado en talleres similares. 
Recuerdo una vez que trabajé en un nido, esa vez sólo de apoyo, y era increíble ver la fuerza y la preparación de las maestras con los niños a su cargo. 

 Y ahora, estos tiempos extraños de Tiktok...

Este año 2024, también tuve ocasión de incluirme como usuario de Tiktok, no es que postee mucho, casi nada, sólo a veces fotos de mis actividades de arte, pero si veo muchos tiktokeros y tiktokeras que graban videos y expresan libremente lo que piensan, a veces sorprende lo perdidos que andan en la vida, pero en fin, son cosas que la tecnología trae en estos tiempos...



 

sábado, 14 de diciembre de 2024

De un tiempo a esta parte: proyectos que cohabitaron con "Universos paralelos"

 Algo pasó en estos últimos 8 años en mis indagaciones visuales, en mis intenciones artísticas, y voy a tratar de hacer un recuento breve. Luego de la individual anterior "Otredad femenina"(2014) y ya dejando el tema de la investigación de lo femenino traducido al mundo masculino, logrado o no, me puse en otro camino, el de mis estudios de maestría en San Marcos en el 2015. En mis pinturas y nuevos temas, aparece la investigación sobre los universos paralelos, recién a partir del 2017...Veo el tema, comienzo bocetos y me voy sintiendo cómodo en esa ruta. 

Recuerdo esta obra "mundo paralelos" como la primera de esta serie. Fue pintada sobre una tela que ya tenía otra pintura previa. Puse el formato echado y le fui dando la forma final, me pareció que iba bien con los propósitos de mi nueva serie. 

En esos años de investigación de tesis sobre los textiles Paracas, me fueron invadiendo las imágenes creadas por nuestros antepasados tejedores y me fueron llenando los ojos...


 Así pasó el tiempo, y vino la pandemia en el 2020. Las cosas se fueron acumulando y confundiendo en casi todos los planos de la vida. A veces me parece que como en el ajedrez, por trasposición de jugadas se llegó a la misma posición o la actual situación, ya no lo se, o no estoy tan seguro. 
Durante la pandemia, y desde las primeras cuarentenas y las noticias que nos apabullaban a toda hora, se me dio por salir a los parques cercanos a mi casa y tomar fotos y fotos de plantas y flores. Posiblemente buscaba un lugar de paz y silencio, y todas esas fotos que tomé y con las que conviví en lo visual me fueron acompañando...

Luego, o al mismo tiempo, vinieron las maratónicas clases remotas dictadas desde un lugar de mi habitación, que adapté con un tablón neutro negro en la parte de atrás para que los alumnos no se distraigan y puedan atender las clases online. Fue toda una experiencia, de todo eso, aún conservo  muchos dibujos que fueron ejecutados al mismo tiempo con los alumnos desde nuestras ventanas-cámaras al mundo ciberespacial. Desde esas épocas (2020-2021) y con las clases semi-presenciales y luego presenciales, me acostumbré a dibujar junto a los alumnos en las aulas sean virtuales o ya presenciales. De ahí nace toda una serie de dibujos, que tal vez se vuelvan grabados en un futuro no muy lejano...
 



Vino entonces la urgencia de decir visualmente,  a través de lo digital, lo que estábamos viviendo durante la pandemia y el encerramiento, fueron meses de dura resistencia y de constante alerta ante los peligros del virus, nos hicimos fuertes, pero creo que hasta hoy cargamos una serie de recuerdos de alguna manera traumáticos de aquellos días. Así surgieron en ese contexto, mis diseños digitales, que son muchos, aunque no los he llegado a contar a cabalidad, son más de 30 e incluso más de 40...