jueves, 28 de octubre de 2010

en tu recuerdo Papi


con olor y color de hogar


Por las mañanas desde muy temprano poco antes de las seis y cuando el cielo de Lima recién salía del breve azulino del amanecer ya estaba en la ducha con su inseparable radio Nivico * que le soplaba las noticias del día con ese aire dramático típico de las voces de los narradores de noticias de rpp. Mi padre tenía su propio código de costumbres y una colección de frases y giros del lenguaje muy suyas, gustaba de iniciar el desayuno con una naranja o una buena rebanada de papaya que cortaba aplicadamente con un cuchillo de pequeños dientes para luego recién pasar a lo demás de una jornada matinal. Era diligente, reservado y muy responsable.
Cuando se conversaba con demasiada placidez en la mesa del desayuno tenía que haber un momento en que se "acabara la bausa", es decir la ociosidad o haraganería, al parecer un término local de su tierra natal Jauja, a la que amaba profundamente desde siempre y para siempre.
Una escena de domingo típica en él, era verlo resolver los geniogramas de la semana que aún hoy sigue publicando el diario El Comercio, solo apoyado por "el diccionario mocha" ( es decir su prodigiosa memoria ) sentado al escritorio en su biblioteca llena de libros, enciclopedias, revistas y fondos de espejos desteñidos apenas perceptibles que creaban un clima de sesuda concentración en la búsqueda de las palabras cruzadas. Sólo después y para terminar la faena de los geniogramas unas pocas letras faltantes eran resueltas con un diccionario doble Larousse reforzado de tela siena tostado que él mismo había engomado con esmero. Mi padre era muy hábil con los números y como enorme ingeniero civil cuando viajaba para algún nuevo proyecto de construcción de carreteras llevaba siempre una nueva libreta de apuntes . Por cada viaje al interior del Perú, traía experiencias nuevas en sus "notas de viaje"(textos literarios) que podía transcribir en su máquina Triumph, una leyenda de máquina de escribir, que publicaba para nosotros sus hijos en los periódicos familiares que regentaban mis hermanos mayores. Nos llenábamos de Perú en sus textos y en su temperamento, a la vez nervioso y sereno y atemperado por su finísimo humor negro. Si estábamos todos en casa y alguien tocaba el timbre, como si estuvieramos todos cogidos por un hilo exclamaba "listo" que luego podía venir acompañado de una carcajada pues significaba que la armonía finalmente se había roto por el fisgoneo de los extraños, una complicidad maravillosa vista desde el hoy...
El estilo es el hombre reza un antiguo refrán, y mi padre tenía un planeta por estilo, tan personal tan íntimo que apenas nosotros sus hijos caemos en la cuenta de su originalidad y diseño creativo. Todo un tema era su radio Nivico, como antes el Tesla ( una enorme radio que podía captar emisoras en onda corta o la Radiola que en la sala aun sigue escondiendo su misterio). El equipo de sus amores era la "U" y no había domingo que dejara de escuchar en su compañero Nivico los partidos del descentralizado de fútbol peruano acomodado con sus periódicos en la cama con todo derecho de calor de hogar . En el cálido amor de hogar que mi madre y él construyeron y "hablando en oro" otra linda frase suya, vestidos de profundo y casi silencioso afecto, ese amor que no necesita de demostraciones pues estaba marcado en sus corazones.
En tu recuerdo Papi, siempre nos estas acompañando
*Nivico es una antigua marca de artefactos, en la foto adjunta, se aprecia la legendaria radio
/Augusto Del Valle Lizárraga in memoriam