domingo, 18 de abril de 2010

futuristas y presentistas


La otra vez pude apreciar una película futurista en la que todos los seres humanos debían llevar un código de barras en las muñecas de las manos, como una tarjeta de crédito, todos los humanos eramos sujetos de crédito, la contrarrevolución se oponía al triunfo de la tiranía del consumidor. El consumidor era la medida de todas las verdades del mundo y por supuesto era manipulado por una corporación : la triple T.

Después de todo un mundo asfixiante por el control extremo es un futuro posible. Y algo estimulante para la imaginación saber que tener sexo podía incrementar tu línea de crédito en 18% por vez. Interesante y des-stressante idea según se vea, pero no para la contrarrevolución y a los románticos que planteaban la vuelta al placer por el placer. Vaya, interesante.


Me aburrí al ver la película "2012", me pareció comercialona, me aburrí mucho con el "Código da Vinci", mas entretenido me pareció el miedo que le causó al Opus Dei la existencia del libro y la cinta, en fin, cosas algo insulsas.


Ahora espero, hacer algunos bocetos para un proyecto futurista, aunque lo que resulte del intento sea presentista, que los circuitos de la flecha del átomo se pongan en sintonía con otros átomos mas alla o mas acá, eso sería si, gratificante. Un espacio, un espacio libre de interrupciones, un espacio en el que el arte respire, no?...

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