Semana Santa siempre ha sido aburridísima para mi, y eso que fuí educado en colegio de curas, y bueno, tal vez por eso mismo.. Por eso arrastrado desde mi cama hasta el televisor pude encontrar esta peli "La boda de mi mejor amigo" por enésima vez. Julia Roberts y Cameron Díaz, se encargaron de hacerme olvidar que era feriado y hacía un sol endemoniado sobre el cielo de Lima, pero no se hagan ilusiones, debo haber visto unas 15,000 veces esta película y no por que sea muy buena, si no por su ritmo chismográfico. La mala y la buena enamorada, la fiel y la manipuladora, la sincera y la maquiavélica, las dos caras en un solo paquete y ambas se saben la vida de la otra a la perfeccion. Un lío de brujitas bien vestidas y lindas. No, no , la cuestión esta en el ritmo de la película, entre el ridículo y el absurdo. Después de todo la cosa era pasar un rato, sin darse cuenta que era un día no laborable, o siquiera que era un día, un día mas, arrancando como micro destartalado en el paradero inicial, pero calentando motores, para completar una nueva mañana, tal vez mejor destinada para ir al taller y dibujar en el cuaderno de hojas blancas con la fiel tinta china que espera. La pasión según el arte, eso sí.
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Hace 5 años
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