Tuve un sueño. Un territorio totalmente blanco y yo vestido de blanco, al costado unos montículos con tierras de colores, en cada montículo un color diferente. Visto de arriba una isla amarilla en medio de la inmensidad del océano. Esa era la visión para luego volverla realidad. Que el agua me cubra, que agua cristalina me purifique, y que sintiendo la vida de los helechos de la zona verde de la isla, me hablen mas que los vidrios de mi soledad. Miré de reojo, habían tres bailarinas temblando vestidas de blanco, con los colores las rodeé y quedaron grabados sus cuerpos en el suelo blanco. No se si estaba sordo para algunas cosas y para otras no, pero desperté con los aplausos del público.
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Hace 5 años
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