En esta indagación artística he trabajado cerca de dos años, hay tantas cosas que comentar y compartir.
En líneas generales, como concepto, se trata de una lectura masculina del universo femenino,
sus elementos externos e internos, sus características, sus símbolos, sus
fuentes, sus formas de comportarse y de estar en el mundo, sus esperanzas y
desafíos, sus búsquedas, sus debilidades y fortalezas, sus expectativas en el
futuro, su intensa carga emocional, sus carencias, sus logros. Es una
investigación tanto psicológica como física, de belleza y comprensión en su
condición de distinto, de otro humano, de "otredad" con su propio
sistema de jerarquización en sus prioridades humanas, sociales e
interpretación de su deseo, peculiar, genuino, distinto, propio. En la mujer encontramos el desafío afectivo que conlleva su
conexión con el mundo desde su siempre latente maternidad, latente en su
posibilidad y su naturaleza y la naturalidad de su vinculación hacia la vida y
la evolución de la vida y su devenir, pero encontramos también otros desafíos apenas atisbados..
En la obra fundamental del feminismo "Segundo
sexo"( 1949) de Simone de Beauvoir, se explora la verdadera naturaleza de
la mujer, como construcción cultural pero también como desafío y posibilidad
de desarrollo. En este libro se analizan una serie de factores históricos que
constriñen y construyen un perfil femenino al que devienen por gestión y
responsabilidad de ambos géneros, dejando entrever la mayor responsabilidad
del sujeto masculino en este devenir. Las diferentes circunstancias llevan a
creer en la inferioridad de la mujer y en los efectos que la internalización
de esta creencia promueve en lo que concierne a sus elecciones vitales, sea la
de contraer matrimonio, una convivencia o abandonar una carrera antes
emprendida. Por otro lado se explora que, en un mundo en el que predominase la
igualdad de los sexos, tanto hombres como mujeres estarían contribuyendo a la
liberación simultánea de ambos géneros. Ya que si la mujer tuviese claramente
definidos sus propios objetivos, se focalizaría menos sobre el hombre y ante
el hecho de una menor constricción éste obtendría una mayor libertad.
El aporte de Simone de Beauvoir es indiscutible y señala un
antes y un después en la construcciòn del sujeto femenino. El proyecto
"Otredad femenina" intenta explorar esta nueva mujer que se va
construyendo desde ese entonces hasta aquí y cómo los avances y conquistas de
sus derechos y deberes también liberan y resignifican la presencia de lo
femenino en el mundo y lo inquietante que es ese universo y toda su genuina
peculiaridad, sus objetivos y propias metas. A través de la lectura de esta
obra se va completando un mosaico de situaciones que oxigenan mucho la
elaboración del proyecto.
Los roles de hombres y mujeres se han visto repetirse en
una inercia a fuerza de tradición y costumbres pero es innegable que el sujeto
femenino sigue luchando haciéndose de un nuevo espacio en el mundo y
fortaleciéndolo con sus luchas cotidanas en aras de la equidad de ambos
géneros, solo si hablamos en lo que se refiere a derechos adquiridos. En estos
días, por ejemplo, aún estamos inmersos en el debate acerca del derecho de la
mujer al aborto terapeútico en caso de violación, en ese sentido es un tema de
palpitante actualidad. Si hablamos de instituciones sociales debemos mencionar
el matrimonio. Ciertamente hay otras formas de comunidad humana o unidades de
agrupación humana, pero el matrimonio es una institución aceptada e histórica.
El matrimonio y los hijos son obra de hombres y mujeres, pero en conjunto son
tareas que siempre han comportado mayores responsabilidades para ellas que
para los hombres. Tal rol las
ha atado y les ha impedido pensar en una realización fuera del hogar. La
responsabilidad de esta situación histórica de hecho no es sólo de las
mujeres. Los dos sexos han contribuido para que se sostuviera. Y así como las
mujeres no deberían abandonar sus cometidos específicos y propios, los hombres
deberían comprender que deberían restarse de la presión expresa o implícita
para que lo hiciese. Categóricamente se establece, y no está de
más remarcarlo, que en un mundo de iguales, ambos sexos se beneficiarían.
Sólo tal igualdad y la liberación posibilitarán papeles social y político de
mayor envergadura, de la mujer.
Pero "Otredad femenina" no pretende una
reivindicación del género femenino y sus luchas, no es esa al menos su
intención artística y estética. Es mas
bien un acercamiento poético al universo femenino en estado de fascinación,
por lo que considera un sistema distinto de existencia y acercamiento al
mundo, en la mujer encontramos una suerte de civilización olvidada u ocultada,
la sensación que no se trata de verla como espejo o reflejo ni como cáscara o
cofre que atesora la belleza del mundo, si no como un núcleo denso y complejo
en el que radica parte importante de nosotros, los
sujetos masculinos y que esta otredad nos devuelve el sentido y la posibilidad
de seguir construyendo un mundo nuevo.
Suelo pensar a menudo que la mujer sigue siendo un
misterio, sigue siendo el género por descubrir y lo veo claramente a diario,
habiendo sopesado incluso mayores avances en la comunidad homosexual que en el
universo femenino en su fortalecimiento y redescubrimiento. Es la intención
del proyecto de arte "Otredad femenina" desentrañar el mundo
femenino desde los códigos masculinos, saber de que están hechas las mujeres,
sus angustias, sus fantasías, su forma de deseo y su forma de expresión, en
suma , su lenguaje de género, fino y
poético para comunicarse con el mundo de los otros.
En lo que se refiere al aspecto formal y de lenguaje artístico, comencé dibujando en tinta china, luego pasé a los dibujos en colores acuarelables, las pinturas en acrílico y collage, las serigrafías fueron la parte final de la serie.
En lo que se refiere al aspecto formal y de lenguaje artístico, comencé dibujando en tinta china, luego pasé a los dibujos en colores acuarelables, las pinturas en acrílico y collage, las serigrafías fueron la parte final de la serie.
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