miércoles, 2 de diciembre de 2015

apagón


Imagina esta letra en color blanco sobre fondo negro,
poner música de letra íntima en los audífonos, un poco de incienso,
sólo una lámpara encendida en la habitación, al fondo el eco lejano de tu imagen serena y concentrada.
 El silencio,
el trazo de un lápiz que construya ese otro universo que permite seguir vivo y respirar.
Soplar en las palmas de las manos, frotarlas y abrir una puerta dimensional,
salir por una ventana invisible a ese otro mundo paralelo, aquel del reloj disecado,
un medidor de velocidad suspendido en el tiempo, una burbuja de vacío temporal en tu vientre,
la voz del futuro camuflado de pasado, tal vez.
 Un semáforo malogrado, las luces que se encienden y apagan como tic nervioso,
la urbe de perfil a nuestras vidas, las pisadas en el suelo mojado,
 lo lejano en el espacio y en el tiempo, una voz femenina.
Habitar dentro de la almohada,
que el árbol seco muestre un surco con hormigas enloquecidas por el movimiento y el olor de las frutas maduras que trasladan en sus lomos,
el cielo lleno del hollín de la sierra eléctrica,
 la oscuridad y una linterna que busca una huella tardía,
un suspiro.

ayer, noche, tal vez, a ciegas